lunes, 12 de noviembre de 2012

Sexualidad I♥J,


Sexualidad

La sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que caracterizan el sexo de cada individuo. También, desde el punto de vista histórico cultural, es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociados a la búsqueda del placer sexual, que marcan de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su desarrollo en la vida.
Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad, entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación.
Sin embargo, hoy se sabe que también algunos mamíferos muy desarrollados, como los delfines o algunos pingüinos, presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de homosexualidad (observada en más de 1500 especies de animales), variantes de la masturbación y de la violación. La psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida.

SEXUALIDAD HUMANA

La sexualidad humana de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como:
"Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales."
Se propone que la sexualidad es un sistema de la vida humana que se compone de cuatro características, que significan sistemas dentro de un sistema. Éstas características interactúan entre sí y con otros sistemas en todos los niveles del conocimiento, en particular en los niveles biológico, psicológico y social.
Las cuatro características son: el erotismo, la vinculación afectiva, la reproductividad y el sexo genético (genotipo) y físico (fenotipo). El erotismo es la capacidad de sentir placer a través de la respuesta sexual, es decir a través del deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo.
La vinculación afectiva es la capacidad de desarrollar y establecer relaciones interpersonales significativas.
La reproductividad es más que la capacidad de tener hijos y criarlos, incluye efectivamente los sentimientos de maternidad y paternidad, las actitudes de paternaje y maternaje, además de las actitudes favorecedoras del desarrollo y educación de otros seres.
La característica del sexo desarrollado, comprende el grado en que se vivencia la pertenencia a una de las categorías dimórficas (femenino o masculino). Es de suma importancia en la construcción de la identidad, parte de la estructura sexual, basado en el sexo, incluye todas las construcciones mentales y conductuales de ser hombre o mujer. Hay que tener en cuenta que es muy importante que sepamos cuales son nuestras actitudes más personales e íntimas hacia la sexualidad.
Uno de los productos de la interacción de estos holones es la orientación sexual. En efecto, cuando interactúan el erotismo (la capacidad de sentir deseo, excitación, orgasmo y placer), la vinculación afectiva (la capacidad de sentir, amar o enamorarse) y el género (lo que nos hace hombres o mujeres, masculinos o femeninos) obtenemos alguna de las orientaciones sexuales a saber: la bisexualidad, la heterosexualidad y la homosexualidad.
La definición de trabajo propuesta por la OMS(2006) orienta también la necesidad de atender y educar la sexualidad humana. Para esto es de suma importancia, reconocer los derechos sexuales (WAS, OPS,2000):
  • El derecho a la libertad sexual.
  • El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo.
  • El derecho a la privacidad sexual.
  • El derecho a la equidad sexual.
  • El derecho al placer sexual.
  • El derecho a la expresión sexual emocional.
  • El derecho a la libre asociación sexual.
  • El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables.
  • El derecho a información basada en el conocimiento científico.
  • El derecho a la educación sexual integral.
  • El derecho a la atención de la salud sexual.
En la medida que estos Derechos sean reconocidos, ejercidos y respetados, tendremos sociedades más sanas sexualmente.
Es importante notar que la sexualidad se desarrolla y expresa de diferentes maneras a lo largo de la vida de forma que la sexualidad de un infante no será la misma que la de un adolescente o un adulto. Cada etapa de la vida necesita conocimientos y experiencias específicos para su óptimo desarrollo. En este sentido, para los niños es importante conocer su cuerpo, sus propias sensaciones y aprender a cuidarlo. Un niño o una niña que puede nombrar las partes de su cuerpo (incluyendo el pene, el escroto o la vulva) y que ha aceptado que es parte de él, es más capaz de cuidarlo y defenderlo. También es importante para ellos conocer las diferencias y aprender que tanto los niños como las niñas son valiosos y pueden realizar actividades similares. En esta étapa aprenden a amar a sus figuras importantes primero (los padres, los hermanos) y a las personas que los rodean, pueden tener sus primeros enamoramientos infantiles (que son diferentes de los enamoramientos de los adolescentes) y también viven las primeras separaciones o pérdidas, aprenden a manejar el dolor ante éstas. En cuanto a la reproductividad, empiezan a aprender a cuidar de los más pequeños (pueden empezar con muñecos o mascotas) y van desarrollando su capacidad reproductiva. También tienen grandes dudas sobre su origen, generalmente las dudas que tienen con respecto a la relación sexual necesitan la aclaración del sentido amoroso y del deseo de tenerlo que tuvieron sus padres. Les resulta interesante el embarazo y el nacimiento en un sentido de conocer su propio origen. Sobre todo será importante indagar la pregunta y responderla al nivel de conocimiento de acuerdo a la edad del menor.
La sexualidad adulta contiene los cuatro elementos en una interacción constante. Por ejemplo, si una mujer se siente satisfecha y orgullosa de ser mujer, es probable que se sienta más libre de sentir placer y de buscarlo ella misma. Esto genera un ambiente de cercanía afectiva y sexual con la pareja y un clima de mayor confianza que a su vez repercute en las actividades personales o familiares que expresan la reproductividad. En realidad podríamos empezar por cualquiera de las características en estas repercusiones positivas o también negativas.
Cada una de las características presentará problemas muy específicos. Así, encontramos en el sexo, los problemas de homofobia, violencia contra la mujer, desigualdad sexual, etcétera. En la vinculación afectiva se encuentran las relaciones de amor/odio, la violencia en la pareja, los celos, el control de la pareja. El erotismo presentará problemas tales como disfunciones sexuales o las infecciones de transmisión sexual. En cuanto la reproductividad se observan desordenes de la fertilidad, violencia y maltrato infantil, abandono de los hijos, etc.
Al igual que muchos animales, los seres humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer propio y el del otro. El sexo también desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En relación a esto, muchas culturas dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual (Véase Taoísmo, Tantra), así como ven en ello un método para mejorar (o perder) la salud.
La complejidad de los comportamientos sexuales de los humanos es producto de su cultura, su inteligencia y de sus complejas sociedades, y no están gobernados enteramente por los instintos, como ocurre en casi todos los animales. Sin embargo, el motor base de gran parte del comportamiento sexual humano siguen siendo los impulsos biológicos, aunque su forma y expresión dependen de la cultura y de elecciones personales; esto da lugar a una gama muy compleja de comportamientos sexuales. En muchas culturas, la mujer lleva el peso de la preservación de la especie.
Desde el punto de vista psicológico, la sexualidad es la manera de vivir la propia situación. Es un concepto amplio que abarca todo lo relacionado con la realidad sexual. Cada persona tiene su propio modo de vivir el hecho de ser mujer u hombre, su propia manera de situarse en el mundo, mostrándose tal y como es. La sexualidad incluye la identidad sexual y de género que constituyen la conciencia de ser una persona sexuada, con el significado que cada persona dé a este hecho. La sexualidad se manifiesta a través de los roles genéricos que, a su vez, son la expresión de la propia identidad sexual y de género.
La diversidad sexual nos indica que existen muchos modos de ser mujer u hombre, más allá de los rígidos estereotipos, siendo el resultado de la propia biografía, que se desarrolla en un contexto sociocultural. Hoy en día se utilizan las siglas GLTB (o LGTB) para designar al colectivo de Gais, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales.
La sexualidad se manifiesta también a través del deseo erótico que genera la búsqueda de placer erótico a través de las relaciones sexuales, es decir, comportamientos sexuales tanto autoeróticos (masturbación), como heteroeróticos (dirigidos hacia otras personas, éstos a su vez pueden ser heterosexuales u homosexuales). El deseo erótico (o libido) que es una emoción compleja, es la fuente motivacional de los comportamientos sexuales. El concepto de sexualidad, por tanto, no se refiere exclusivamente a las “relaciones sexuales”, sino que éstas son tan sólo una parte de aquél.
 

 

Sexualidad




Sexo
El sexo es una característica biológica que permite identificar a las personas por sus diferencias corporales, como hombres o como mujeres. Los cuerpos de los hombres y de las mujeres son diferentes; la muestra más notable está en los genitales externos. En el momento en que nace un ser humano, de acuerdo a sus genitales, se le identifica como hombre o mujer. Esta diferencia posibilita físicamente a ambos para participar en la reproducción de la especie.

La palabra sexo es utilizada frecuentemente para designar diversas cosas. Por ejemplo, cuando se pregunta sobre el sexo al que se pertenece, se responde hombre o mujer; sin embargo, la palabra sexo se usa regularmente para referirse a cualquier tipo de actividad sexual.

Se nace con sexo masculino, pero se aprende a ser hombre. Igualmente, se nace con sexo femenino, pero también se aprende a ser mujer.



Sexualidad
Es un proceso biológico, psicológico, social y cultural que involucra: sentimientos, emociones, actitudes, pensamientos, comportamientos y la valoración personal, es decir la autoestima; comprende, además, la percepción íntima y personal de ser hombres o mujeres; el vínculo afectivo con los demás y la manera de expresar el afecto, la capacidad de dar y recibir amor y de experimentar placer, el comportamiento como hombres o mujeres, las diferencias corporales, los cambios físicos, el impulso o deseo sexual, la atracción física hacia otras personas, la reproducción biológica; es decir, es un proceso que abarca el cuerpo, las emociones y el entorno social y cultural de la vida.

En los seres humanos, a diferencia del resto de los animales, el ejercicio de la sexualidad es una manera de manifestar un sentimiento muy importante, como es el amor a la pareja. Implica una responsabilidad de las personas para controlar o moderar su sexualidad y afrontar sus consecuencias.

La sexualidad se va modificando en cada etapa de la vida del individuo, y está básicamente determinada por el aprendizaje adquirido en el medio que le rodea. Es por eso que de una edad a otra los intereses sexuales van cambiando, coincidiendo generalmente con los cambios corporales. La sexualidad, ofrece entonces la posibilidad de modificarse para permitir un mejor desarrollo del ser humano.

Género
Es la asignación de conductas y tareas que una sociedad da a hombres y mujeres de acuerdo con sus tradiciones y con su cultura. 
Ver también
http://www.cmrioja.es/asexorate/numero5.html



 

Sexualidad en las diferentes etapas de la vida

Sexualidad e infancia
La sexualidad se desarrolla a lo largo de la vida de las personas por lo que es muy importante su cuidado y salud.

En el primer año de vida, se da una relación muy estrecha entre el niño y su madre o la persona que lo cuida. Los bebés experimentan satisfacción cuando la mamá los alimenta.
Cuando los bebés llegan a tocar sus órganos genitales o sexuales, pueden experimentar sensaciones placenteras. Es común que los niños tengan erecciones, es decir que su pene se ponga duro, por ejemplo, cuando los bañan o cambian de pañal y con los cambios de temperatura.

Entre los 2 y 5 años de edad, las y los pequeños aprenden a identificar las partes de su cuerpo y descubren sus órganos sexuales, así como ocurre con su nariz o sus cejas; sienten curiosidad por las diferencias que hay entre los niños y las niñas y pueden reconocerse a sí mismos como hombres o mujeres.

Generalmente, los niños y niñas se van identificando con sus padres y tratan de imitar la forma en que ellos se comportan, lo que propicia el aprendizaje de su rol o papel como hombres o mujeres.

Entre los 6 y 10 años suelen formar grupos integrados solamente por niños o por niñas, en los que cada vez son más frecuentes las pláticas acerca de la sexualidad y de los cambios físicos que empiezan a experimentar. También tienen interés en las relaciones sexuales, el embarazo y la menstruación, por ejemplo.








Para un buen desarrollo emocional y de la sexualidad de los niños es muy importante que a lo largo de los años de la infancia los padres o las personas que los cuidan, cultiven una relación muy estrecha con los niños a través de caricias, arrullos, y en general de un trato cercano y afectuoso.

Los adultos ante la sexualidad infantil
La reacción de los adultos ante la sexualidad infantil depende de las ideas y actitudes que tenga cada persona sobre la sexualidad, y puede llegar a influir en el comportamiento sexual de los niños durante toda su vida.

Es común en esta edad, que los niños y las niñas como manifestación de su sexualidad, se sientan atraídos por otro niño o niña, o por alguien de más edad, que tengan curiosidad en saber cómo son los besos entre enamorados o que deseen ver el cuerpo desnudo de las personas del sexo opuesto.

Las personas adultas deben hablar con los niños y niñas sobre sus inquietudes con naturalidad y respeto, sin negar o castigar sus sentimientos, explicarles con sencillez lo que es ser novios, cómo son los besos de los enamorados y todo lo que pregunten. Escuchar sus cuestionamientos y preocupaciones ayuda a los niños y niñas a aceptar sus sentimientos y a solucionar sus dudas. También es importante evitar las amenazas o reacciones de susto ante las manifestaciones de su sexualidad y hacerles ver que son algo natural.

Durante la infancia las relaciones de comprensión y afecto entre las niñas y los niños con su padre y madre, o las personas que los cuidan son fundamentales para su bienestar emocional y sexual en las siguientes etapas de su vida. 


Sexualidad y pubertad


Cambios físicos y biológicos en la pubertad
A partir de la adolescencia, las diferencias en el cuerpo de los/as niños/as se hacen más notables. Convertirse en hombre o mujer implica una serie de transformaciones físicas y biológicas que a veces producen gran confusión.

Es un período complicado y lleno de dificultades. Entre ellas, desde luego, las relacionadas con el inicio de la vida sexual. Durante este periodo el cuerpo y especialmente los aparatos sexuales se modifican; pero este crecimiento fisiológico conlleva notables transformaciones interiores.

Durante esta etapa, la glándula hipófisis comienza a producir las hormonas responsables de los cambios que los convierten, poco a poco, en mujeres y hombres adultos.

También se viven con gran curiosidad y a veces con preocupación los cambios que se presentan en el cuerpo. La apariencia física se vuelve una de las principales inquietudes y a veces cuesta trabajo aceptar la nueva imagen.

También se experimentan cambios en la forma de ser y de pensar. Los adolescentes ya no aceptan tan fácilmente todo lo que dicen los adultos y se sienten incomprendidos.

El estado de ánimo cambia rápidamente; algunas veces los adolescentes son alegres entusiastas y muy activos. En otras, se sienten solos, tristes, aburridos y no tienen ganas de hacer nada. Estos cambios tan bruscos confunden a los jóvenes y a las familias. Sin embargo, estos cambios de actitud son naturales.

La relación de amistad con personas del mismo sexo es muy importante ya que se identifican con ellos y eso les permite conocerse mejor.

El interés por la sexualidad aumenta, experimentan deseo, excitación sexual y orgasmos.
Biológicamente ya pueden tener hijos; sin embargo, física y emocionalmente los adolescentes todavía se encuentran en proceso de maduración.

Algunos adolescentes se involucran en juegos sexuales con personas del mismo sexo. Estas experiencias pueden ser parte de una etapa del desarrollo en la que se está reafirmando la identidad como hombres o como mujeres.

En esta etapa de la vida, la relación con personas de sexo diferente suele causar tensión o incomodidad y no se sabe como actuar con la persona que les causa atracción.

En algunos o algunas jóvenes, el cabello se vuelve grasoso. También suele aparecer grasa en la nariz y la frente. Pueden salir granos y espinillas. Su presencia puede resultar tan molesta que algunos jóvenes los exprimen, pero de esta manera se pueden infectar y hacer que se multipliquen. Es recomendable acudir al médico para recibir orientación sobre qué hacer.

Lo mejor es la limpieza de la cara con un suave masaje con jabón sin perfume y enjuagar con agua, alternando la fría y la caliente para terminar con fría para que se cierren los poros.

La alimentación, así como los cambios hormonales y la falta de ejercicio, pueden provocar que se tenga acumulación de grasa.

Por último, recordemos que durante la pubertad y en la juventud, comer alimentos nutritivos, hacer ejercicio, estar limpios(as) y dormir lo suficiente, puede ayudar a verse y sentirse bien.

Aceptar y querer a nuestro cuerpo es cuidarlo de enfermedades.

Cambios físicos en las mujeres
En la pubertad las mujeres experimentan los siguientes cambios físicos: 
  • Aumenta el tamaño de las mamas, la aureola crece y los pezones se levantan y crecen hacia fuera.
  • La cadera y los muslos se redondean.
  • Aparece vello suave en el pubis y en las axilas.
  • Se presenta por primera vez la regla o menstruación.

Cambios biológicos en las mujeres
En las mujeres las hormonas de la hipófisis actúan en los ovarios, que son las glándulas de su aparato sexual.

Aunque las niñas tienen ovarios desde que nacen, éstos empiezan a funcionar entre los 9 y los 12 años. Cuando los ovarios entran en contacto con las hormonas de la hipófisis producen, a su vez, otras hormonas que se encargan de que el aparato sexual de las niñas se desarrolle para que se conviertan en mujeres adultas.

Ovulación
En los ovarios se encuentran las células reproductoras de las mujeres que, como en otros seres vivos, se llaman óvulos. Una vez al mes, un óvulo se desprende de uno de los ovarios. Un mes se desprende del ovario derecho y, al mes siguiente, otro se desprende del izquierdo. Este proceso se conoce como ovulación. El óvulo llega a las trompas de falopio y viaja por ellas hasta llegar al útero o matriz.

La ovulación y la menstruación son dos de las funciones del aparato sexual de la mujer que permiten la reproducción de los seres humanos. Para que se lleve a cabo la fecundación o fertilización es necesario que, durante su recorrido del ovario al útero, el óvulo sea fertilizado por un espermatozoide.

El óvulo tarda unos cuantos días en hacer su recorrido. Los espermatozoides son depositados por un hombre en la vagina de una mujer al tener relaciones sexuales. Cuando un espermatozoide se une al óvulo, ocurre la fecundación y se inicia un embarazo. Durante el embarazo se suspende la menstruación.

Cuando el óvulo no es fecundado se elimina y entonces sale por la vagina una capa de tejido en la que hay muchos vasos sanguíneos. Este tejido se forma una vez al mes dentro del útero o matriz, para que, en caso de que el óvulo sea fecundado, éste pueda desarrollarse.

Menstruación o regla
Uno de los cambios más notables que ocurre en las niñas cuando se convierten en adolescentes es el inicio de la menstruación o regla. La menstruación es la salida de sangre a través de la vagina una vez al mes, con una duración de tres a siete días.

Cada mes, generalmente cada 28 días, se repite el proceso. Se desprende un óvulo de uno de los ovarios, hace su recorrido y, si no es fecundado, ocurre la menstruación. Por eso se le llama ciclo menstrual: es un ciclo como el día y la noche o el de las estaciones del año. Los días del ciclo menstrual se cuentan a partir del primer día de sangrado. La primera mitad del mes se va preparando la capa donde puede desarrollarse el óvulo fecundado y a los 14 días, aproximadamente, ocurre la ovulación. Si no hay fecundación, después de los siguientes 14 días, se inicia el sangrado y el ciclo vuelve a empezar.

En realidad, la menstruación es el signo más evidente de muchos cambios que ocurren en el interior del cuerpo de las mujeres. Esto las prepara para que su aparato sexual funcione plenamente. Todas las niñas van a menstruar en algún momento, entre los 10 y los 13 años pero si la menstruación empieza un poco antes o un poco después, no hay razón para preocuparse. A pesar de que durante la menstruación hay sangrado, éste no debe generar alarma. No se trata de ninguna enfermedad, la regla es un proceso natural y cíclico y, por lo tanto, no debe asustar ni avergonzar a las mujeres.

Durante los primeros años la menstruación puede ser muy irregular. Esto quiere decir que el sangrado no ocurre cada 28 días, sino que puede aparecer en menos o en más días. Durante el periodo de sangrado algunas mujeres pueden sentir dolores en la parte inferior del abdomen, llamados cólicos. Estos dolores a veces desaparecen con el paso de los años o después de tener el primer hijo, lo cual también es normal y no debe ser motivo de preocupación. Como la menstruación no es una enfermedad sino algo normal y natural en las mujeres, en los días de regla, las muchachas pueden bañarse, nadar y hacer el resto de sus actividades normalmente. 

Higiene del aparato sexual femenino
Durante los días de sangrado, es muy importante lavar la zona de los genitales con agua y jabón, pues se trata de una zona que las mujeres siempre deben mantener limpia con el fin de evitar infecciones. Debido a que las mujeres tienen el orificio para orinar y la vagina muy cerca del ano, al ir al baño, siempre deben limpiarse de adelante hacia atrás, pues de lo contrario pueden arrastrar restos de excremento del ano a los otros orificios y provocar infecciones en la vagina o en las vías urinarias.

Durante la menstruación se deben usar paños de tela que absorban la sangre o toallas femeninas que se pueden adquirir en las farmacias. Cualquier material que se utilice debe cambiarse con frecuencia para evitar infecciones. 

Cambios físicos en los hombres
Muchos cambios que tienen lugar durante la pubertad provocan variaciones en el funcionamiento del cuerpo. Estos cambios afectan tanto a los genitales como a otras partes del cuerpo, y por lo general, empiezan a manifestarse entre los 11 ó 12 años de edad. Los órganos genitales externos (pene y testículos) aumentan de tamaño, y la piel que los recubre presenta gradualmente un tono más oscuro. Aparece el vello púbico alrededor de la base del pene, crece en las axilas, aumenta la estatura, se ensanchan los hombros y el tórax y aumenta la masa muscular. La voz pierde su timbre infantil, se suda más, tanto en las axilas y en los pies como en otras partes del cuerpo. Por ello, la higiene personal debe ser un hábito diario.



Cambios biológicos en los hombres
En los niños, la hipófisis es la glándula encargada de activar sus glándulas sexuales. En los testículos se producen las células sexuales masculinas, llamadas espermatozoides. Estos tienen la capacidad de moverse con gran rapidez, gracias a una estructura alargada llamada cola.

Una vez que madura, el aparato sexual de los hombres produce millones de espermatozoides en forma constante, a diferencia de la mujer, que sólo libera un óvulo cada mes. La maduración sexual se inicia unos dos años más tarde en los niños que en las niñas, aproximadamente entre los 12 y 14 años, pero si empieza un poco antes o un poco después no hay razón para preocuparse.

Por esta maduración, empieza a haber un crecimiento de los testículos y el pene. Posteriormente, los testículos ayudan por medio de la producción de una hormona llamada testosterona, a que aparezca el vello en la cara, las axilas y el pubis.

Erección y eyaculación 
La producción de espermatozoides ocurre dentro de los testículos en unos tubos muy delgados que se encuentran plegados. Para que puedan salir deben recorrer un largo camino. Los espermatozoides se desplazan por un conducto que llega primero a las vesículas seminales y después a la próstata. En estos dos órganos se agregan algunas sustancias que favorecen su movilidad, formando un líquido espeso, de color blanco, llamado semen. Para que pueda salir el semen, el pene aumenta de tamaño y se pone duro. A esto se le llama tener una erección. Los niños saben muy bien lo que son las erecciones, pues las tienen de vez en cuando desde que nacen.

Cuando el aparato sexual madura las erecciones ocurren con mayor frecuencia, durante más tiempo y pueden terminar con la salida del semen, lo cual se acompaña de una sensación placentera llamada orgasmo. A la expulsión de semen a través del pene se le llama eyaculación.

Es frecuente que las primeras veces que un adolescente eyacula lo haga mientras está dormido; por eso a este tipo de eyaculaciones se les conoce como “sueños húmedos”. Es importante que los niños sepan que en algún momento esto les va a ocurrir y que, al igual que la menstruación en las niñas, es un fenómeno natural. Es la manifestación más clara de que su aparato sexual está madurando.

La producción de espermatozoides es una de las funciones más importantes del aparato sexual de los hombres, ya que son estas células las responsables de fecundar al óvulo para que se inicie un embarazo. Más o menos, en cada eyaculación, se expulsan de 200 a 300 millones de espermatozoides, contenidos en 2.5 a 4 ml de líquido.

Higiene del aparato sexual masculino
Para que su aparato sexual se mantenga sano, los hombres deben asearse adecuadamente y evitar golpes en los genitales. Al bañarse es necesario echar hacia atrás el prepucio para poder lavar bien la cabeza del pene, o glande, ya que allí se acumulan sustancias que secretan las glándulas localizadas debajo del prepucio. Estas sustancias favorecen el crecimiento de bacterias y producir infecciones.

Circuncisión
Hay una operación muy sencilla, llamada circuncisión, en la que se quita el prepucio y se deja la cabeza del pene libre. A menudo se practica a los recién nacidos o a niños y jóvenes de más edad, sobre todo cuando el prepucio está muy apretado e impide que pueda jalarse hacia atrás.

Sexualidad y juventud
Entre los 18 y 20 años el comportamiento se hace más estable y los cambios en el estado de ánimo menos bruscos.

Poco a poco se adquirieren creencias y valores propios y una mayor independencia de la familia. Podemos ver con más claridad quiénes y cómo somos.

A veces los jóvenes se muestran muy críticos con los demás y con el medio que les rodea; también grandes deseos de conocer el mundo y de aportar ideas y experiencias.

Muchos jóvenes establecen relaciones amorosas con personas de sexo diferente. Las relaciones suelen ser muy intensas, pero pueden ser de corta duración.

Algunos jóvenes se sienten atraídos por personas de su mismo sexo o por ambos sexos. Muchas veces estas preferencias u orientaciones se reprimen u ocultan por temor al rechazo de los demás.

La actividad sexual puede ir de los besos y las caricias, hasta las relaciones sexuales.

La masturbación continúa siendo común en hombres y mujeres.

Algunos jóvenes optan por la abstinencia, que consiste en no tener relaciones sexuales en las que se llegue al coito o penetración.

Poco a poco las relaciones tienden a hacerse más estables y en nuestra actividad sexual buscamos no sólo la satisfacción física sino también la emocional.

Masturbación
Es frecuente que durante la masturbación se tengan fantasías acerca de algo o alguien, esto puede transformarla en una experiencia, que aumenta nuestra posibilidad de goce.

La masturbación es una actividad a la que se recurre cuando nos queremos producir placer, o brindarlo a nuestra pareja, o cuando no queremos tener relaciones con otras personas o no tenemos pareja.

Cuando dejamos de realizar algunas actividades y sólo estamos pensando en masturbarnos, se vuelve una conducta adictiva. Es necesario detenernos a pensar qué nos pasa, qué nos hace falta y qué estamos supliendo con la masturbación.

Existe otra manera de darse placer; son las caricias que consisten en tocar, besar, acariciar a otra persona, sin llegar a tener relaciones sexuales o coito.

Sexualidad y la edad adulta
En esta etapa muchos hombres y mujeres toman decisiones importantes sobre su vida, como son: el unirse o contraer matrimonio con una pareja o permanecer solteros, tener hijos o no, trabajar o dedicarse a otras actividades.

Algunas personas gozan de su actividad sexual sin culpa o ansiedad, porque tienen confianza en su capacidad para gozar y dar placer a su pareja y viven sus relaciones sexuales con responsabilidad.

También hay parejas que deciden centrar sus relaciones sexuales sólo en la penetración o coito. Sin embargo, el eliminar de la relación los besos, las caricias mutuas y las palabras cariñosas, generalmente la vuelve menos satisfactoria.

El amor es muy importante para muchas parejas. Se consideran como elementos básicos del amor: la confianza mutua, el respeto, el compromiso, la fidelidad, tener metas en común y relaciones sexuales placenteras.

En las mujeres, alrededor de los 45 años se inicia el climaterio, que es la etapa en que disminuye o desaparece la producción de las hormonas sexuales. La menopausia se refiere a la desaparición de la regla o menstruación y se presenta alrededor de los 50 años. Estos cambios pueden causar, en algunas mujeres, fatiga, bochornos, irritabilidad, dolores de cabeza, cólicos y otras molestias.

La menopausia no es el fin de la vida sexual y amorosa de las mujeres. Muchas de ellas experimentan un aumento en su deseo sexual, gozan de sus relaciones sin temor al embarazo y tienen la misma o mayor capacidad de dar y recibir afecto.

Después de los 50 años algunos hombres pueden experimentar la andropausia que es una disminución del interés sexual y cierta inestabilidad emocional, generalmente debido a un ligero descenso en su actividad hormonal y a la inseguridad que les produce el paso del tiempo.

En esta etapa, tanto hombres como mujeres pueden disfrutar de su vida y de su sexualidad igual que en otros momentos de su existencia.

La sexualidad en la tercera edad
Muchas veces se piensa que el interés y la actividad sexual desaparecen en la vejez, pero no es así, la sexualidad también está presente en este periodo de la vida. Las personas se mantienen activas sexualmente hasta edades avanzadas. La forma en que reacciozna el cuerpo durante las relaciones sexuales puede variar, pero esto no impide que se disfrute de la relación.

Otras personas deciden dejar de tener actividad sexual por la falta de un compañero o compañera, por el temor a no responder sexualmente o por la creencia errónea de que la actividad sexual es sólo para los jóvenes y es mal vista entre los ancianos.

Las personas jóvenes, adultas y ancianas pueden disfrutar de la ternura, la intimidad, el amor y el placer en nuestra vida sexual.

La sexualidad está presente en todos los momentos y etapas de la vida. Aprendamos a verla como algo natural, a vivirla plenamente y con responsabilidad.
 
El ejercicio de la sexualidad

Erotismo
Erotismo es la capacidad de sentir y vivir nuestra sexualidad integralmente. Abarca el placer y nuestra sensualidad, a través de todo lo que vivimos, por medio de nuestra piel, lo que vemos, olemos, escuchamos, saboreamos, palpamos o pensamos.

Ampliar nuestra capacidad erótica será una forma de expresar libremente nuestras fantasías, sensaciones, emociones o pensamientos, como disfrutar una película, un aroma, una piel, una voz que nos seduce, una puesta de sol, la naturaleza, una plática amistosa, esto nos permite hacer más grata la vida.

En algunas ocasiones se confunde el erotismo con la pornografía porque se ve erróneamente al primero como algo malo o raro.

Nuestra capacidad erótica así como el placer, va de acuerdo con la experiencia personal, familiar, o social que tenga.

El erotismo no sólo se demuestra en una relación sexual, es parte de nuestra sexualidad y por lo tanto de nuestra personalidad. Por eso es importante conocernos, descubrir qué es lo que nos provoca placer, cómo y con qué nos sentimos más a gusto con nosotros mismos.

Prácticas sexuales
La sexualidad, como ya vimos, no es sólo un impulso biológico sino también una fuerza que influye en muchos aspectos de nuestro desarrollo personal. Su ejercicio tiene que ver con la atracción física, los lazos afectivos hacia la pareja, la capacidad de dar y recibir amor, la capacidad de experimentar placer y la reproducción de la especie.

Las personas tenemos múltiples posibilidades de expresar nuestras conductas sexuales. Entre ellas están la abstinencia, la masturbación y las relaciones sexuales.

La abstinencia consiste en la decisión libre y voluntaria de no tener relaciones sexuales. Esta es una decisión válida, pero insistimos, nadie debe presionarte para que la tomes. Cada uno de nosotros tiene la habilidad de reconocer cuál es el momento de iniciar cualquier tipo de actividad sexual.

La masturbación consiste en el tocamiento de los genitales con la finalidad de obtener placer. Es necesario señalar que esta práctica no produce ningún tipo de enfermedad ni daño físico. Tal vez los valores familiares o religiosos nos han señalado que esta es una conducta negativa y su práctica nos produce sentimiento de culpa. En este caso, busca orientación para que tus decisiones vayan de acuerdo con los valores que tu mismo te estés formando.

Las relaciones sexuales son parte del ejercicio de la sexualidad, son un lenguaje de comunicación entre dos personas, que enriquece la vida e implica una gran responsabilidad. Cuando hablamos de relaciones sexuales nos referimos a conductas en las que existe penetración del pene.

Las relaciones sexuales tienen distintas finalidades. Las más comunes son las de dar y recibir placer, el encuentro amoroso entre dos personas y la reproducción de la especie.

En la adolescencia empiezan a desarrollarse relaciones humanas diferentes hacia una persona en especial, que van evolucionando con el tiempo. La atracción física, el amor, el reconocimiento de las cualidades, la tolerancia de los defectos y el impulso sexual, pueden llevar a la pareja a buscar una mayor intimidad y entrega que puede culminar en relaciones sexuales.


Orientación sexual
Conocer nuestra sexualidad es muy importante para saber quiénes somos y entender cómo nos relacionamos con los demás. Con frecuencia podemos sentirnos atraídos hacia alguna persona, ya sea de diferente o del mismo sexo que nosotros. A esta atracción amorosa y sexual, se le llama Orientación Sexual.

Diferentes orientaciones sexuales
Una persona heterosexual es la que se siente atraída sexual y amorosamente por personas del otro sexo. Heteras en griego significa distinto.

Una persona homosexual es aquélla que se siente atraída por otra de su mismo sexo, se enamoran y tienen relaciones sexuales entre sí. Homos en griego significa “igual a”. A la relación entre mujeres se le llama lesbianismo, esta palabra se retomó de la gran poetisa Safo que vivía en la isla griega de Lesbos, ya que ella escribió sobre la amistad y el amor entre mujeres.

Una persona bisexual es la que se siente atraída o establece relaciones con personas de ambos sexos.

La manera en que las personas sienten y piensan con respecto a las distintas orientaciones sexuales está muy relacionada con las creencias, actitudes, costumbres, valores de la época y del medio social en que se viva.

En algunas ocasiones a las personas que no son como la mayoría, se les presiona, humilla o agrede; estas actitudes van en contra de los derechos humanos y los valores como el respeto, la dignidad, la igualdad y la tolerancia.

Lo importante es respetar a las personas independientemente de su orientación o práctica sexual o forma de vida, ya que ello no las hace más o menos valiosas ni dejan de ser personas.

La riqueza de las relaciones sexuales
No existe una definición exacta de lo que es una relación sexual; pero puede considerarse como un intercambio de sentimientos, emociones, deseos, excitación y placer entre dos personas. Generalmente antes de llegar a una relación sexual, se da una atracción física, que se manifiesta a través de abrazos, besos y caricias, que producen una emoción especial que nos motiva a llegar a tener un contacto físico más íntimo. En la relación sexual se puede llegar o no al coito, es decir, la introducción del pene en el cuerpo de la otra persona.

Para cada persona una relación sexual es algo distinto, pues depende de sus valores, de lo que siente y de lo que piense; lo importante es conocerse, descubrir qué es lo que nos causa mayor placer, buscar que nuestra expresión sexual sea la más placentera para nosotros y nuestra pareja.

En las relaciones sexuales no siempre está presente el amor; sin embargo, cuando las personas se aman, el tener relaciones sexuales se convierte en una forma especial de conocerse y de sentirse cerca, tanto física como emocionalmente. Las relaciones sexuales son una manera de comunicar nuestro amor, de experimentar sensaciones placenteras, expresar ternura y cariño. Por eso se dice que una relación sexual es hacer el amor.

Cuando se comparten intereses comunes, se enriquece la relación y se hace aún más grata si existen comprensión y confianza mutua. Todo esto nos hará disfrutar más el encuentro íntimo amoroso.

Hay diversos motivos para decidir tener relaciones sexuales, pero esta decisión implica poner en juego valores y sentimientos: la forma de pensar y lo que se quiere.

El placer en las relaciones sexuales
Algunas personas piensan que las relaciones sexuales deben ser solamente para tener hijos, sin embargo, éstas producen un gran placer y permiten a la pareja comunicarse de otra forma.

Cada persona piensa y siente diferente en relación con el placer, de acuerdo con la experiencia personal, familiar, o social que tenga.

El placer sexual forma parte de nosotros, es estar en contacto con nosotros(as) mismos (as). Cuando respondemos sexualmente nos sentimos a gusto de que nuestro cuerpo funciona y de que, si queremos, recibimos gratas satisfacciones.

Por eso todos debemos de aprender a conocernos y saber lo que sentimos. Nunca es tarde para dedicarnos atención.

Las relaciones sexuales son una forma privilegiada de obtener placer. Cuando una persona está enamorada, todos sus sentidos se estimulan más y son más sensibles, y así las relaciones sexuales son más placenteras. Cuando se unen la capacidad de amar y de experimentar placer sexual se incrementan nuestras capacidades como seres humanos.

Una experiencia sexual puede ser algo gradual, que se da poco a poco, en distintas fases, como el deseo, la excitación y el orgasmo, y lo vive de distinta manera cada persona en cada situación.

Hombres y mujeres somos seres únicos e irrepetibles, y la forma en que experimentamos la respuesta sexual es muy diversa, porque depende de las circunstancias en las que se dé, el momento que estamos viviendo con la pareja, nuestros sentimientos y valores.

Cabe mencionar que no todas las relaciones sexuales llevan al orgasmo, aunque sin él, pueden ser igual de placenteras. El orgasmo, además de ser una respuesta fisiológica, es una vivencia del placer intenso, es el punto máximo en una relación sexual, pero si no se llega a él, no necesariamente significa un problema.

La relación de pareja se basa en la confianza en nosotros mismos, el cariño y la comunicación nos ayudará a solucionar posibles dificultades en las relaciones sexuales y favorecerá que la relación de pareja sea más plena.

Hay muchas formas de hacer el amor, todas son válidas en tanto los dos estén de acuerdo, se cuiden, se respeten y se procuren gozo mutuo. 

La primera experiencia sexual
La decisión de tener o no relaciones sexuales es personal y nadie puede forzar a tomarla. No actúes por complacer a los demás, para demostrar algo, ni para quedar bien con los amigos y amigas.

Si algunas personas tienen relaciones sexuales porque “todo el mundo lo hace”, ¿no crees que podría ser una manera de faltar al respeto a sus sentimientos, a su propio cuerpo y a la otra persona?

Es importante informarnos y analizar estos puntos de vista antes de tomar cualquier decisión.

En algunas ocasiones la primera experiencia sexual es muy importante y especial, porque marca el inicio de una nueva etapa de nuestra vida, pero tomar la decisión de dar este paso no es fácil; las dudas, los temores, la ansiedad, pueden estar presentes y llegar a confundirnos.

En la primera experiencia se combinan muchas cosas, como emociones, sentimientos y valores. También podemos tener miedo a que nos lastimen.

No todo es perfecto en una relación sexual, porque cuando iniciamos nuestra vida sexual, carecemos de experiencia, lo que nos hace sentirnos en muchos casos inseguros (as), en ocasiones nos manejamos hasta con cierta torpeza. Puede haber dificultades como: temor a que nuestra pareja nos vea desnudo(a); a que nuestro cuerpo no le guste a la otra persona, temor a que el tamaño, color, apariencia de nuestros genitales sean “inadecuados” o, en los hombres, la necesidad de mostrarse como expertos sin serlo.

La primera vez es un proceso en el cual no todo es perfecto, puede llegar a ser desagradable, porque no era lo que nos habíamos imaginado.

¿Qué hacer si por un lado queremos tener relaciones sexuales y por otro no? ¿Qué hacer ante el miedo a un embarazo? ¿A quién hacer caso? ¿Cómo decidir? ¿Qué puede pasar?

En ocasiones existen presiones que nos confunden. Por un lado se nos presiona para no tener relaciones sexuales, nos cuidan, protegen y limitan el ejercicio de nuestra sexualidad. Por otro lado, con sus comentarios, juegos y burlas, los amigos, amigas y nuestra pareja nos presionan para tenerlas. Todo esto se agrega a las sensaciones que experimenta nuestro cuerpo ansioso de conocer y, sobre todo, de amar.

Y por si fuera poco, algunas personas piensan erróneamente, que el tener relaciones sexuales es una prueba de ser muy hombre o muy mujer, o de tener potencia sexual.

Todos enfrentamos la posibilidad de vivir relaciones sexuales que nos ponen en riesgo de un embarazo no planeado a nosotros y a nuestra pareja, por eso es importante que aprendamos a decir no, cuando no estamos seguras o seguros.

La actividad sexual nos ofrece muchas posibilidades de placer, comunicación, afecto, pero hay que hacerlo con responsabilidad. Pensemos dos veces antes de tomar estas decisiones, estando bien informados.
 
Valores y sexualidad

Creencias, costumbres, normas y valores 
Cada sociedad establece las normas, valores, y creencias que regulan la forma en que deben comportarse sexualmente las personas.

En algunas culturas como la mexicana, persisten creencias, costumbres, normas y valores que regulan de forma diferente la sexualidad de los hombres y la de las mujeres, como por ejemplo:

Se considera que tanto los hombres como las mujeres deben tener relaciones sexuales sólo dentro del matrimonio. Sin embargo a los hombres se les permite y, en algunos casos, se fomenta el que tengan relaciones antes y fuera del matrimonio. Mientras que las mujeres que llegan a tener experiencias sexuales antes de casarse o fuera del matrimonio, en muchas ocasiones, se enfrentan al rechazo social.

Se cree que la reproducción es el único fin de la sexualidad, por lo que la relación sexual se limita al coito, dejando de lado las caricias, los besos, la ternura y otras formas de expresión sexual.

A pesar de lo anterior, se acepta que los hombres expresen sus deseos sexuales y experimenten placer en sus relaciones sexuales, a diferencia de las mujeres a las cuales se les niega el goce sexual y sólo se les asigna el papel de tener hijos.

En muchos casos, este tipo de creencias impide ver y vivir la sexualidad como algo natural y placentero

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